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Wilson Muñoz: “Siempre me gustó conocer, pese a las limitaciones”

Es Sociólogo de la Universidad Católica de Chile, pero se ha ido especializando en investigación antropológica tratando como tema el rito, sus símbolos y festividades.

Es de Arica y el primer integrante de su núcleo familiar en ingresar a la educación superior. Wilson Muñoz asegura que la calidad de su enseñanza media fue muy baja, pero gracias a sus calificaciones y el apoyo de su familia logró obtener la Beca-premio Padre Hurtado, la cual le permitió estudiar Astronomía en la Universidad Católica de Chile.

La carrera fue un desafío desde el comienzo. Tuvo que incorporar hábitos de estudio y sobreponerse a las complicaciones que desde un inicio lo aquejaron. “Me di cuenta que en realidad yo no sabía lo que era Astronomía”, declara y prosigue “entré en una crisis existencial de querer hacer otra cosa. Me aguanté lo que más pude para ver si la carrera me convencía. Empecé a leer literatura y decidí seguir algo como sociología o antropología”.

Realizar el cambio dentro de la Universidad Católica no fue fácil. En el primer intento fue rechazado y casi perdió la Beca-premio Padre Hurtado. La Universidad lo obligó a asistir a citas con psicólogos para evaluar si realmente tenía las habilidades para cursar la carrera de Sociología.

Muñoz confiesa que este cambio le permitió tener un pensamiento más crítico. Sin embargo, la orientación cuantitativa de la carrera de esos años no lo entusiasmó. Una profesora de la Universidad los invitó a él y un compañero a participar en investigaciones cualitativas con trabajos en terreno, entrevistas y reuniones.

La principal motivación de Wilson para seguir su camino profesional es su anhelo por conocer. Independiente de las limitaciones académicas y sociales que vivó desde su niñez, su familia siempre lo apoyó a continuar sus estudios y a seguir el camino que él quisiera emprender. Afirma que él siempre quio “seguir estudiando e investigar”, de allí el entusiasmo de cursar un doctorado que le permitiera seguir esa tarea.

Estudios en Europa

Su viaje a España estuvo determinado en parte por su esposa Anna Hurtado, a quien conoció en Chile mientras cursaba su pregrado. Anna vino por unos años a Chile para trabajar como restauradora de Arte. Cuando decidió volver a España, Wilson la acompañó y llegando a Europa continuó con su camino de investigación.

Su interés era la antropología más que la sociología en sí, por ello decidió ingresar al Máster en Investigación Etnográfica, Teoría Antropológica y Relaciones Interculturales de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Las áreas de investigación que Wilson emprendió son las festividades religiosas, la ritualidad y sus símbolos . La intriga por seguir estos temas está ligado a la zona donde creció: Arica. Wilson recuerda que “de niño, iba a la fiesta de las Peñas en Arica, la Tirana en Iquique, subía cerros para la fiesta de la Cruz de Mayo (la cual estudio en mi doctorado), etc”. Estando en la Universidad comprendió que esas experiencias que vivó de niño podrían ser su objeto de estudio, interpretando la ritualidad presente en las fiestas que lo hacían vibrar.

Finalizado el Máster, sus ansias por seguir investigando lo llevaron a postular a la beca UNESCO Japan Young Researchers’ Fellowship Programme, “eran 26 becas para todo el mundo y pensé que no me la ganaría”, relata. A pesar de su intuición, en 2010 obtuvo la beca con la cual desarrolló un trabajo de investigación sobre la relación de la estigmatización del movimiento evangélico pentecostal y sus manifestaciones rituales a principios del siglo XX en Chile. Para ello, Wilson analizó artículos de prensa de dicho periodo con el apoyo de la UAB.

Los desafíos laborales continuaron, pero en Arica. Al investigador en un principio no le agradaba la idea de volver al norte, pues pensaba que no encontraría trabajo, sin embargo, su esposa quería explorar trabajar en la zona andina y lo animó.

El investigador Alberto Díaz de la Universidad de Tarapacá acababa de ganarse un Fondecyt sobre religiosidad popular andina. Wilson lo contactó, fue integrado en la investigación y tuvo la oportunidad de dictar el curso de Introducción a las Ciencias Sociales de la carrera de Historia y Geografía y la asignatura de Sociología de la carrera de Psicología. Esta fue una muy buena oportunidad para Wilson, pues una de las cosas que quería era tener experiencia en docencia e investgación, afirma que “no quería doctorarme sin haber hecho clases ni investigado antes”.

Luego de tres años Wilson decidió realizar su doctorado. Nuevamente postuló a Becas Chile, pero esta vez el destino no sería España. Inicialmente fue aceptado en la Universidad Libre de Berlín, pero el profesor que revisó su solicitud le recomendó fuertemente dirigirse a París para continuar con sus estudios sobre ritualidad.

Finalmente ingresó al doctorado en Antropología Social y Etnología en la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) de París. Sus actuales líneas de investigación son la antropología y sociología de la religión, la religiosidad popular (cristiana y andina), el simbolismo y la ritualidad en el norte de Chile.

El principal objetivo de su tesis doctoral es analizar la eficacia ritual en la religiosidad popular desde la perspectiva del rito mismo, es decir, analizando las relaciones que emergen desde el mismo rito.

Las oportunidades siguieron creciendo para el nortino. Actualmente es investigador asociado de la Universidad Autónoma de Barcelona, de la Universidad de Tarapacá e investigador doctoral del Laboratoire d’Anthropologie Sociale del Collège de France. “Esto me permite estar en un ecosistema donde se van abriendo oportunidades y nuevos focos de investigación muy motivantes”, sostiene.

La carrera que ha desarrollado como investigador le ha permitido valorar desde una perspectiva cultural, científica y académica las festividades religiosas que permanecen en el norte del país. “La parte del simbolismo y la ritualidad siempre me ha parecido y sigue pareciendo lo más peculiar de las celebraciones, algo misterioso que cierta devoción con exuberancia, efervescencia y resistencia cultural”, asegura.

La investigación le ha permitido involucrarse en un área de investigación con la cual convivió desde pequeño. Tiene la satisfacción de trabajar en un campo que, como el relata, “reúne mis recuerdos y gustos de infancia, con un campo intelectual y de investigación fascinante y absolutamente abierto”.

 

Por Sabrina Quezada