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Yo científico, tú científico, todos científicos: La tendencia de la ciencia comunitaria y ciencia ciudadana
En el mundo globalizado de hoy, la ciencia se difunde hasta los lugares más increíbles. Esto ha facilitado que las personas comunes y corrientes tengan acceso a información científica de calidad y de manera inmediata. A pesar de que la mayoría de las personas piensan en ciencia y lo relacionan al estereotipo del científico loco con delantal blanco, en un laboratorio, siempre están aquellos miembros de la sociedad que son innatamente científicos, sin serlo necesariamente de formación. La realidad de la ciencia es que es mucho más amplia que las cuatro paredes de un laboratorio.
Todos podemos hacer ciencia, seamos científicos o no. La ciencia no necesariamente requiere de grandes genios ni de equipos sofisticados porque lo principal es la inquietud por conocer algo, la curiosidad, el deseo de desentrañar nuestro entorno, de preguntarnos y querer dar respuesta a algún problema particular. Se requiere de disciplina, de protocolos y de objetividad para analizar las situaciones y los datos que se obtienen para poder resolver las interrogantes que se plantearon en un principio y ese proceso es el método científico. Cuando los problemas se analizan bajo estos parámetros, siendo liderada por un grupo de personas, tratando de responder problemas locales se le llama ciencia comunitaria y cuando un grupo personas tiene interés en apoyar un proyecto científico más global, hablamos de ciencia ciudadana. La mayoría de las veces son grupos de voluntarios, que interesados y atraídos por un problema en particular, se unen para entregar datos y aportar para dar respuesta a una pregunta en particular.
Ciencia comunitaria
La ciencia comunitaria comienza cuando un grupo de personas se organizan en torno a un problema en su entorno local y pretenden dar una solución a través de la ciencia. Generalmente son liderados por un científico local o por personas aficionadas a la ciencia y los proyectos generados tienen por finalidad una mejora en su calidad de vida. Ejemplos de este tipo de ciencia son los monitoreos de agua en ríos o lagos, evaluaciones de tóxicos en la tierra, desarrollo de planes de energía sustentable, etc., en los cuales las comunidades participan activamente recopilando datos, haciendo muestreos y entregando información a los científicos involucrados.
Cada proyecto es único, sin embargo la aproximación para trabajar en estos proyectos es igual y cuenta con los siguientes pasos: (1) Trabajar con las comunidades integrándolas en todos los pasos del proyecto, desde las preguntas que dan origen al proyecto hasta la colección de los datos y su análisis, para finalmente aplicar los resultados según las prioridades de la comunidad. (2) Las preguntas del proyecto científico se desarrollan entre la interacción de la comunidad y los científicos, siendo diseñadas para resolver inquitudes prioritarias para la comunidad. (3) Los miembros de la comunidad son parte activa del proyecto, administrándolo e integrando el conocimiento científico y aplicándolo a su realidad. (4) La educación es una parte integral en todos los pasos del desarrollo del proyecto, desde que la comunidad adquiera los conocimientos científicos, hasta que los científicos conozcan y respeten a la comunidad.
Ciencia ciudadana
La ciencia ciudadana se refiere al compromiso del público en general en actividades de investigación científica, contribuyendo activamente a la ciencia, ya sea con su esfuerzo intelectual o con sus herramientas y recursos. Los participantes proporcionan datos experimentales e instalaciones para investigadores, plantean nuevas preguntas y co-crean una nueva cultura científica. Al igual que en la ciencia comunitaria, los voluntarios adquieren nuevos conocimientos y habilidades y una comprensión más profunda del trabajo científico de una manera atractiva. Como resultado de este escenario abierto, en red y transdisciplinario, se mejoran las interacciones ciencia-sociedad-política, lo que conduce a una investigación más democrática basada en la toma de decisiones basada en evidencia.
El proyecto más exitoso, ícono de la ciencia ciudadana, corresponde al que comenzó en el año 66’ el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell (EE.UU.), que comenzó con la idea que las personas podían describir las aves de sus patios y enviar la información al laboratorio; estas sencillas observaciones les entregaron a los científicos insumos suficientes para obtener los patrones de migración y nidación de muchas especies de aves de Norteamérica, información que no hubiesen podido obtener si no hubiese sido por los miles de ornitólogos aficionados que hasta el día de hoy les envían datos (proyecto Ebird link).
Hay dos documentos que agrupan recomendaciones entorno este tipo de iniciativas: el “Libro verde de la Ciencia Ciudadana” y el “Libro blanco de la Ciencia Ciudadana”, creado por científicos de la Unión Europea donde se entregan definiciones y recomendaciones a las diferentes estructuras gubernamentales para apoyar y fortalecer este tipo de interacciones ciencia-sociedad-política, describiendo los beneficios a la sociedad y sus participantes.
En el mundo muchas universidades e instituciones tienen proyectos de ciencia comunitaria o ciudadana y diversos estudios han demostrado que esta colaboración ha dado resultados que son muy beneficiosos, tanto para los científicos, como para las comunidades y los ciudadanos involucrados. Dentro de las otras ventajas se destaca que la figura del científico se acerca a la gente de verdad, al quehacer diario y a resolver los problemas que están preocupando y afectando a la comunidad-sociedad. Además, quienes participan de un proyecto se conocen; vecinos y gente de diferentes edades, profesiones y orígenes se unen para dar soluciones a sus problemas o a una pregunta en particular. Esto también tiene el beneficio de que las personas entienden y conocen más de su entorno y analizan de manera más racional sus vidas. Finalmente, este tipo de ciencia estimula a los más jóvenes, abriendo mundos y acercando espacios para que descubran la ciencia, estudien su medioambiente y empaticen con los científicos, derribando estereotipos y motivándose a estudiar las ciencias.
En Chile existen varias organizaciones, universidades y fundaciones que tienen proyectos de los cuales puedes ser parte, revisa los datos más abajo.
Así que les dejo abierta la invitación a mirar a su alrededor y ver qué se puede estudiar en su entorno y cómo mejorarlo.
¡Qué mejor que hacer ciencia entre todos y para todos!
Más información en:
http://www.socientize.eu/https://scistarter.com/citizenscience.html
http://www.socientize.eu/sites/default/files/white-paper_0.pdf
http://www.bbc.co.uk/programmes/articles/4BZZdHm64S051q2lnZ1Nr7p/citizen-science
https://www.nationalgeographic.org/idea/citizen-science-projects/
Por Maria Jose Navarrete.