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La relevancia de involucrar a la ciudadanía en investigaciones científicas
Exponentes internacionales participaron del primer Seminario Internacional en Ciencia Ciudadana realizado en Chile.
El pasado 23 de junio se realizó el primer Seminario Internacional en Ciencia Ciudadana en las dependencias de la Universidad Autónoma. La actividad fue impulsada por la fundación chilena Ciencia Ciudadana y tuvo como objetivo promover investigaciones que involucren a las personas.
Los exponentes Karen Purcell, directora de Proyectos del Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, Fermín Serrano, director ejecutivo de la Fundación Ibercivis (España) y Andrés Rieznic, mago, doctor en física e integrante del colectivo argentino El Gato y la Caja, relataron sus experiencias realizando investigaciones colaborativas con la ciudadanía
Involucrando a las personas
La ciencia es una disciplina que impacta a toda la sociedad. Sus avances repercuten directamente en el bienestar de una comunidad en todas sus dimensiones. Por esto, no es extraño que las personas, aunque carezcan de formación científica, sí quieran ser partícipes y colaborar en proyectos cuyos resultados pueden ser positivos para su entorno.
Desde comienzos del siglo XIX se puede hablar de ciencia ciudadana. En 1835 William Wheewell comenzó a mapear el Océano Atlántico con el fin de predecir el comportamiento de la marea. Esta tarea la llevó a cabo gracias a la congregación de cientos de personas que, de forma voluntaria, hacían mediciones de la marea según las indicaciones de Wheewell. El resultado del trabajo ayudó a evitar desastres de embarcaciones.
La Ciencia Ciudadana tiene por objetivo empoderar a la sociedad resolviendo problemas comunes de las personas. Karen Purcell sostuvo en el evento que la Ciencia Ciudadana democratiza la ciencia dado que esta “le da el poder a cualquier persona en cualquier parte del mundo, que quizá no tenga nada de experiencia en ciencia, a empezar un proyecto para llegar a un conocimiento más profundo”.
Fermín Serrano, director ejecutivo de la Fundación Ibercivis, destacó que la realización de investigaciones bajo el concepto de Ciencia Ciudadana permite que los ciudadanos, además de participar de investigaciones, “ se involucre en la realización de políticas públicas”.
Purcell concuerda con Serrano y establece que la Ciencia Ciudadana permite a las personas impulsar investigaciones científicas que vayan en línea con las problemáticas que una comunidad sufre. Con ello se pueden hallar respuestas e impulsar acciones que ayuden a frenar un problema en particular. “El impacto que puede crear la ciencia ciudadana es mucho más grande que si tenemos a un científico encerrado en su oficina trabajando un problema sin pensar en el impacto que esto puede causar”, declaró Purcell en el seminario.
La Asociación Europea de Ciencia Ciudadana (ECSA) desarrolló los diez principios que rigen la aplicación de la Ciencia Ciudadana. Establecen que tanto los científicos como los ciudadanos participantes deben beneficiarse de los resultados de la investigación, que todos los actores pueden participar en múltiples etapas del proceso, los ciudadanos deben estar informados de todos los antecedentes de la investigación durante el proceso de este, además de ser reconocidos todos los participantes en los resultados y publicaciones del proyecto.
Los tres exponentes defienden que los proyectos bajo la lógica de Ciencia Ciudadana cumplen con la rigurosidad que toda investigación debe tener. La posibilidad de que la muestra de los estudios sean erróneos depende del diseño de la investigación y no de la ejecución de los voluntarios en la recolección de datos. Purcell y Rieznic declararon que “si tienes problemas en la recolección de tu proyecto de Ciencia Ciudadana, entonces no lo desarrollaste bien”.
Ejemplos en base a Ciencia Ciudadana
En 2012 nació eBird, programa en línea que tiene por objetivo almacenar información instantánea sobre aves en todo el mundo. Este trabajo fue desarrollado por el Laboratorio de Ornitología de Cornell y la Sociedad Nacional Audubon de Estados Unidos.
El sistema de almacenamiento es producido por ciudadanos que, de forma voluntaria, entregan registros de las aves que circulan por la zona donde las personas se encuentran. Este monitoreo se realiza a través de un aplicación que permite captar fotografías y recolectar datos necesarios para nutrir la base de datos de eBird.
En la actualidad, eBird es uno de los mayores atlas mundiales sobre aves. Purcell, comenta que gracias a las personas “hemos podido estudiar y entender cosas increíbles acerca de las aves”.
Al otro lado de la cordillera, un grupo de científicos formaron el colectivo El gato y la Caja, el cual nació como una inquietud de comunicar ciencia. El grupo de científicos se percató que la gente no solo quería consumir información científica, sino que también querían ser parte de ella.
Fede Zimmerman, trabajó en su tesis de licenciatura en ingeniería electrónica sobre cognición aritmética. Junto a su director Andrés Rieznic se acercaron a La caja y el Gato y le propusieron un proyecto que necesitaba de la colaboración colectiva. Así se creó la aplicación Moravec, el cual es un juego con ejercicios matemáticos simples y complejos que permite a los investigadores cronometrar con precisión a los usuarios.
Los resultados del proyecto arrojaron que las personas, independiente de memorizar las tablas de multiplicar, por ejemplo, mientras más grande son los números, más tardan en responder. El segundo resultado fue que las personas tardan más en responder las tablas de multiplicar cuando el primer número es menor. Andrés Rieznic argumentó que las personas “responden en promedio 50 milisegundos más rápido si pregunto 7×3 que 3×7”. La hipótesis que tienen sobre esto es que “tiene que ver con la semántica”. Rieznic explicó que “pensamos que tiene que ver porque 7×3 es 7+7+7 y 3×7 es 3+3+3+3+3+3+3”.
El éxito de esta investigación que se realizó bajo el concepto de Ciencia Ciudadana, fue publicado en la revista científica Plos One, bajo el título “Arithmetic on Your Phone: A Large Scale Investigation of Simple Additions and Multiplications”. Para Rieznic, “la publicación debe ser un paso, pero no el final”, pues es importante dar un feedback sobre resultados y futuras líneas de investigación a quienes participaron del proyecto.
Por Sabrina Quezada